PADRE ROGELIO LIDER DEL SE PUEDE: Recorrió el país compartiendo juguetes con niños y niñas humildes de comunidades apartadas

NAGUA.-El carismático sacerdote Rogelio Cruz, es profundamente amado por niños y niñas y es ese uno de los motivos que para la temporada de Navidad, Año Nuevo y Reyes, los regados se les multiplican como Jesús multiplico el pan con el que le dio de comer a miles de personas.

Muchos infantes hasta preguntan si es que el Padre Rogelio es familia de Melchor, Gaspar, Baltasar, Santa Claus o de la Vieja Belén.

Es que a decir verdad el Padre Rogelio, se prepara para cambiar la cara de angustia por alegría a niños y niñas de las más apartadas comunidades de las provincias del país, incluyendo el empobrecido sector de Cristo Rey del Distrito Nacional, en donde también se gano el cariño de jóvenes y adultos.

Decir que el Padre Rogelio recorrería comunidades apartadas desde Nagua hasta Dajabon y desde Villa Trina o La Lomita en Moca, hasta Pozo Bajito en Jarabacoa, parecía un sueño, sueño este que se convirtió en realidad.

Fueron miles los niños y niñas que de forma organizada como lo sabe hacer el Padre Rogelio y su equipo, disfrutaron de los más variados juguetes, muchos de los cuales fueron aportados este año por diversas instituciones, entre estas la Asociación de Súper Mercado Nacional de Nueva York.

En cada caso, siempre estuvo en primer orden una oración a Dios a fin de que los niños y niñas también despierten y mas temprano que tarde se conviertan en protagonistas en el nuevo orden que debe conducir al pis, por senderos de verdadera prosperidad, alegría, seguridad y libertad.

En esta temporada no podían quedarse los pequeños de todo el entorno de Loma Miranda, aquel lugar que se ha convertido en símbolo de lucha para el Padre Rogelio y miles de sus seguidores.

Los infantes han disfrutado hasta más no poder, sin tener que recibir empujones y hasta palos y “galletas”, como han repartido en otros lados.

Es que la gente de la Fundación Padre Rogelio Cruz y del Movimiento Se Puede, saben darle el valor que cada niño tiene y en este caso saben bien como se les cambia la cara de angustia por alegría.

A trabajar, Se Puede. Venceremos.