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Danilo logra año de luna de miel

El presidente Danilo Medina ha logrado mantener una larga "luna de miel" con la población, al arribar a su primer año de gobierno, manteniendo una amplia tasa de popularidad, que sobrepasa el 80 por ciento, basado en un estilo particular de gobernar, al asumir de forma directa compromisos ante pequeños problemas comunitarios, y últimamente fungiendo como supervisor de las obras.

Luego de una ola de protestas, que tuvo su punto más alto a finales del 2012 con la realización de una marcha al Congreso Nacional el 6 de noviembre y concentraciones de protesta de la clase media en el Parque Independencia y en el Malecón, en el Parque Eugenio María de Hostos, el gobierno de Medina no ha tenido mayores dificultades.
El primer punto negativo que enfrentó Medina fue el mismo 16 de agosto, ya que dejó ocho ministros, el gobernador del Banco Central, y al menos 16 directores generales del pasado gobierno en sus mismas posiciones, lo que provocó desencanto en gran parte de la población que esperaba un cambio total del gabinete, al llegar una nueva administración.
El 26 de junio, a 51 días de cumplir su primer año de gobierno, Medina inició paulatinos cambios en el tablero de su gobierno, empezando con la sustitución del Jefe de la Policía Nacional y el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
Prosiguió con movimientos importantes colocando a personas de su confianza y entorno en puestos claves, como a Carlos Amarante Baret en el Ministerio de Educación; a Enrique Ramírez Paniagua como administrador del Banco de Reservas e integrando a Gedeón Santos a su equipo, al nombrarlo en el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones. Santos es uno de sus leales políticos, y se ha perfilado por algunos como un futuro canciller del gobierno de Danilo Medina.
Lo másAplaudidoLo másCriticado
Con su contacto directo con las comunidades, el presidente Danilo Medina ha sido aceptado como un mandatario que "no teme enlodarse", y escuchar de viva voz los problemas de las comunidades, así como apoyar a pequeños productores que nunca habían sido tomados en cuenta por otros gobiernos. Ha llegado a todos los rincones, asignando chivos, peces y préstamos a asociaciones de productores agropecuarios, por lo que ese sector valora altamente su gestión.
Otro de los planes revolucionarios, valorados por la mayoría de los sectores de la sociedad, implementados por el presidente Medina, es el Plan Nacional de Alfabetización "Quisqueya aprende contigo". El programa ha beneficiado a 302,315 personas en 23,255 núcleos de aprendizaje, sobrepasando la meta de 300,140 alumnos a finales de julio, informaron las autoridades.
Diversas organizaciones, agrupadas en Justicia Fiscal y otros conglomerados, critican que el presidente Medina, a través del Ministerio Público, no haya propiciado el sometimiento de varios funcionarios del pasado gobierno, a quienes acusan de cometer actos de corrupción. Recuerdan que Medina prometió en su campaña electoral que cancelaría, y dejaría en manos de la justicia al que fuera señalado por el "rumor público".
El 20 de marzo, el presidente lanzó el Plan de Seguridad Ciudadana, con el que anunció una Reforma de la Policía, la implementación del Sistema 911, el Programa Vivir Tranquilo, y otros, pero el gobierno se vio obligado a enviar militares a las calles, y en la actualidad hay 4,500. La medida ha sido criticada por algunos sectores y elogiada por otros.
Las vedas escalonadas y sistemáticas del gobierno haitiano a los productos agropecuarios y plásticos de origen dominicano se han convertido en una piedra en el zapato para el presidente Danilo Medina.
El gobierno pasó la mano a los productores avícolas, pero en fila están los empresarios del plástico, que alegan exportar US$75 millones al año. Ya los productores de harina han denunciado que en ese país se pretende prohibir las importaciones, y los de cerveza que les colocan trabas, a pesar de que el representante de la FAO afirma que el país cumple con los requisitos internacionales para exportar sus productos.
Para algunos analistas y dirigentes políticos, el gobierno de Danilo Medina se puede considerar popular, pero por sus constantes exposiciones y "brincos" de charcos, a este gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se le tilda de populista.
El politólogo Daniel Pou califica el primer año de ejercicio de Medina como una mezcla de ambas definiciones. "Es popular, porque cuenta con aceptación, y populista, porque no va a la raíz de la problemática, se queda en aspectos muy etéreos, aspectos que han estado inmovilizados. Me parece que en cierta medida, él ha intentado buscar paliativos alternativos, pero que muchas veces quizás no tienen la contundencia que se espera de parte de la población", argumenta.

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