El expresidente de la República Leonel Fernández atribuyó el déficit fiscal de RD$187 mil millones con el que cerrarán las cuentas del Estado este año a una caída de RD$40 mil millones en las recaudaciones, a un incremento sustancial en el subsidio al sector eléctrico, a la recapitalización del Banco Central y a “la ejecución de una inmensa y memorable obra de Gobierno, de la cual, como dominicanos, deberíamos, sin mezquindad alguna, sentirnos orgullosos”.
En un discurso difundido por una cadena de radio y televisión, Fernández negó que la reforma fiscal aprobada por el Congreso la semana pasada tenga como objetivo cubrir el déficit, sino que es un mandato de la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo y un reclamo de diversos sectores del país, incluyendo el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y del Fondo Monetario Internacional.
Aseguró que el país es el que menor presión tributaria respecto al producto interno bruto tiene en América Latina y de los más bajos del mundo y citó los reclamos para que sea aumentada y la oferta de colaboración para ello de diversas entidades mediante un pacto fiscal.
“Es con ese incremento de la presión fiscal como se haría posible cumplir con los compromisos de la Estrategia Nacional de Desarrollo en favor, por ejemplo, de la educación, la salud, la seguridad social, la seguridad ciudadana, el sector agrícola y las medianas y pequeñas empresas”, dijo.
Atribuyó el rechazo de una parte de la población a esta reforma, al hecho de que desde el año 2000 a la fecha se han realizado nueve reformas, y la presión fiscal se ha mantenido estancada, pasando de 12.5 a 12.7% del PIB.
Atribuyó este hecho a que al cambiar la estructura fiscal de impuestos al comercio exterior a impuestos internos, no se produjo la compensación adecuada, y a los incentivos otorgados a sectores productivos.
Comparó la presión fiscal dominicana con los países de la región y con los europeos, recordando que la posición de la socialdemocracia es crear un Estado fuerte para enfrentar con políticas redistributivas y sentido de equidad las demandas sociales de la población.
Déficit, no fraude. Tras señalar el amplio consenso que sobre la necesidad de una reforma fiscal integral ha existido en el país desde hace años, se preguntó ¿de dónde se extrae la peregrina tesis de que un déficit fiscal equivale a un fraude fiscal, y por consiguiente, a un delito que merece ser perseguido por la vía judicial?.
A seguidas citó los enormes déficits fiscales que acusan las principales economías del mundo.
En el caso de Estados Unidos, la principal economía del mundo, señaló que ha registrado déficits de 8.9%, 7.8% y 6.6% del PIB en los últimos tres años, y se estima que si no dejan sin efecto los recortes fiscales autorizados por Bush y no se aumenta el techo de la deuda, caería en un precipio fiscal.
“Sin embargo, como en ese país se respeta la opinión pública y la misma no puede ser manipulada de manera antojadiza, sin consecuencias, a nadie se le ocurre la descabellada insensatez de considerar que un déficit fiscal sea sinónimo de fraude fiscal, y por lo tanto, de delito.
“Eso solo sería el engendro de un cerebro más orientado hacia la calumnia que a la razón, a la manipulación que a la verdad, y a un alma tenebrosa, corroída por bajas pasiones.”
Tras señalar que los países de la Eurozona buscan un pacto para que el déficit no pase del 3% del PIB, dijo que en ninguna parte se habla de eliminarlo.
“Esto así, porque en todas partes del mundo, salvo algunas personas aquí, se reconoce y se comprende que el déficit no es nada nefasto ni pecaminoso”, expresó Fernández.
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