Sanjuaneros se quejan de la ocupación de las aceras para peatones por motoconchos y negociantes en calles principales
SAN JUAN DE LA MAGUANA. La ocupación de las áreas peatonales por todo tipo de negocios informales ha convertido el casco urbano de esta ciudad en un verdadero caos para los usuarios de las aceras y áreas verdes. Estas áreas se encuentran copadas por todo tipo pequeños negocios y tarantines, desde ventas ropa nueva y usada, celulares, frutas, accesorios para el hogar, chucherías, e comida cosida y cruda y reparadores de relojes y de espejuelos.
A lo anterior se suma las decenas de motoconchistas que se han adueñado de las esquinas, los alrededores y las partes frontales de las instituciones bancarias, supermercados, clínicas y hospitales.
Estos le ganaron la batalla a las autoridades del Ayuntamiento y a la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), al convertir en propiedad privada la vía pública.
Las autoridades han sucumbido en la aplicación de las leyes que regulan el tránsito vehicular y peatonal “dando luz verde a los padres de familia” para que hagan y deshagan, circulen por donde mejor les convenga, acortando trayectos, cruzando semáforos en rojo y transitando en vía contraria.
Pero ya no se trata solo del casco urbano, también los alrededores de los colegios privados y los centros educativos públicos están siendo copados sus alrededores por tarantines que exhiben a la venta jugos, emparedados, frutas, preparados en casas de familia que no reúnen las condiciones higiénicas requeridas, lo que podría provocar s problemas de salud.
El caso más patético de la ineficiencia, la carencia de autoridad y el desprecio por hacer respetar la ley lo constituye la parte frontal del Banco de Reservas, en la calle Independencia esquina 27 de Febrero, en donde sus funcionarios se han visto en la obligación de colocar una soga para evitar el parqueo de motocicletas y otros vehículos. Esta medida, aunque evita que se use el área como parqueadero, constituye un peligro para los peatones que pueden enredarse y caer.
A sugerencia de instituciones sociales, en algunas ocasiones agentes de la AMET han retirado las motocicletas y los carros estacionados en dicho lugar, pero esta medida ha sido efímera, puesto que los conductores mantienen una especie de pugilato de quien puede más.
El caos y la inseguridad han provocado que muchos establecimientos comerciales con decenas de años operando en la parte céntrica estén a punto de desaparecer por la carencia de clientes, y no porque no cuenten con mercancías suficientes y de calidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario